Queremos dar las gracias a los chicos y chicas que han participado en este concurso, por sacar un ratito de su tiempo entre tanto estudiar y estudiar.
Nos os creáis que no sirve para nada, esta carta se leerá a los nuevos alumnos y alumnas que entren el curso que viene en 1º de la ESO, que ya sabéis que hay muchos que entran con miedos de como será el instituto y yo creo que les puede servir de ayuda saber que otros han pasado por lo mismo, que “NO ES TAN FIERO EL LEÓN COMO LO PINTAN” y que al final lo echaran de menos.
Nos os creáis que no sirve para nada, esta carta se leerá a los nuevos alumnos y alumnas que entren el curso que viene en 1º de la ESO, que ya sabéis que hay muchos que entran con miedos de como será el instituto y yo creo que les puede servir de ayuda saber que otros han pasado por lo mismo, que “NO ES TAN FIERO EL LEÓN COMO LO PINTAN” y que al final lo echaran de menos.
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Paula M. 2º A
El día que me dijeron que me cambiaba de colegio se me cayó el mundo encima. No era sólo el simple hecho de ir a otro centro escolar totalmente diferente, era dejar todo lo que en ese momento consideraba importante de mi vida atrás. Amigos, profesores, casa, lugares, recuerdos… 14 años de vida, en resumen, iban a quedar enterrados para dar paso a una nueva muy distinta. Recuerdo muy bien cuando puse el primer pié en aquella clase de 3º A. Por esas épocas yo aún no conocía más que lo que aquel entorno del barrio de Salamanca me había dejado ver. Miré el suelo, las paredes, el edificio en sí, y me pareció estar en otro lugar, como en otro mundo. Después, las curiosas miradas de mis compañeros, que, asombrados, miraban a la nueva y extraña chica que acababa de aparecer. De cuando en cuando soltaban algún comentario que me dolía mucho, muchísimo. Y es que era yo muy inocente por aquellos tiempos, muy vulnerable a todo lo que se pudiera decir o pensar de mí. También para mí eran ellos algo extraño, gente desconocida que no tenía nada que ver con la que hasta entonces había estado acostumbrada a ver. Ese fue el mayor cambio: Pasé de ser una niña de 14 años totalmente normal a algo insólito, el centro de atención de aquellas miradas que, con esa insoportable actitud que caracteriza a los chicos de esa edad, me hicieron pasarlo mal los primeros días y aprender a reír las burlas a medida que el curso iba avanzando. Admito que lo odié todo y a todos, y no hubo día que no supliqué a mi madre que me enviara de vuelta a aquel colegio del que nunca me debía haber marchado.
¿Quién le iba a decir a esa inocente y obstinada catorceañera que hoy, casi 4 años después de aquel encuentro con su nueva vida, iba a sentir lo que ahora mismo yo estoy sintiendo?¿Cómo iba yo a imaginar que se pudiera sentir nostalgia algún día plantada como estoy ante este suelo, estas paredes o este edificio? Y esa felicidad llorosa que se atasca en la garganta… ¿Quién podría pensar entonces que tal cosa me iba a suceder?
Lo que me ataca ahora, después de tantos años en este instituto, es una gran avalancha de emociones. Se me vienen a la mente los viajes, aquellas noches holandesas en la playa, los largos días que nunca se acababan, las risas, los compañeros, los días de excursión, las “pellas”; los exámenes, el estrés…TODO. Lo añoro todo; hasta las cosas malas guardo ahora con buen recuerdo.
Hoy puedo decir que me llevo los mejores amigos del mundo, la mejor educación…Puedo decir que he aprendido de maravillosos profesores, y que me he llevado desilusiones con otros cuantos. Que a pesar de los prejuicios iniciales me pude ganar el cariño de mucha gente y vivir con ellos muchos de los mejores momentos de mi vida. Hoy me siento orgullosa de haber dejado a la chiquilla incapaz de afrontar grandes cambios en el camino, orgullosa de estar aquí, y de haber llegado a este punto sin lamentar nada.
Yo me comí los cursos pasados como el que compra un paquete de pipas y las devora una a una con apresurada indiferencia sin reparar en su sabor y al llegar a la última delicia se da cuenta de que quiere más. Tú, que nada más acabas de abrir la bolsa, no seas como yo, no esperes a añorar todo lo que has dejado tras esa maravillosa pipa última; disfruta de este tiempo día tras día, porque será el que recuerdes con más nostalgia a medida que pasen los años.
Yo no he venido aquí a decirte lo bueno que es el instituto, estudiar y sacar buenas notas, no, ni mucho menos. Yo sólo vengo a decirte que disfrutes, a contarte lo que me enseñó mi experiencia. Y que, como cierta persona me dijo en alguna de esas ocasiones en las que yo le suplicaba y suplicaba que nos volviéramos a Madrid, lo importante no son las cosas, ni las personas, ni los lugares. Lo importante eres tú y lo que quieras hacer con ellos. Y puede que algún día, dentro de muchos años, seas tú quien estés aquí donde estoy yo recordando con atragantada nostalgia, uno a uno, los mejores años de tu vida.
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Águeda S. M. 2ªC
UNA CARTA PARA TI
Todavía recuerdo el día en el que comencé mi andadura en este instituto, que es ahora
el tuyo ,bueno pues el día que yo empece era un 16 de Septiembre del año 2003 , y te preguntarás porque tengo esta fecha tan marcada , pues se debe a que ese era el día de mi 12 cumpleaños.
El día que emprendí esta aventura, estaba asustada y pensaba que los 6 años que tendría que estar allí serían eternos y que anda que no iba a llover hasta que yo hiciera la selectividad. Pero la verdad, es que estos 6 años se me han pasado volando y muchas veces tengo la impresión que fue ayer el día en el que entre en este centro y mirarme ahora he conseguido sacar un ratito en mis horas de estudio dedicadas a los exámenes finales para escribir una carta a los nuevos alumnos de este centro que yo probablemente no conoceré.
En estos 6 cortos pero intensos años, me ha pasado de todo, cosas buenas y malas como te pasaran a ti. A mi, hubo asignaturas que se me dieron mal como la EF o la plástica y otras pues se me dieron mejor. Como ya te tocará, yo me tuve que comer la cabeza para saber si hacia letras o ciencias y el único consejo que te doy es que escojas lo que quieras y te guste y no lo que quieran o deseen la gente de tu alrededor ya que al final quien tendrá que estudiar, y hacer exámenes serás tú.
Pero este no será el único problema que tengas, ya que durante tu época académica cambiarás mil veces de idea sobre lo que quieras estudiar pero piensa que al final tus verdaderos gustos saldrán a la luz. Además no siempre tendrás ganas de seguir estudiando, habrá mas de una vez que dirás lo dejo todo y me voy al campo a vivir, piensa que aunque lo que estés haciendo es estresante, agobiante acuérdate de los momentos positivos y recuerda que lo que estas haciendo es para labrarte tu futuro y conseguir tu meta.
Aunque no solo hay malos momentos, ya que vivirás grandes aventuras, harás grandes amigos y con estos viajaras a ciudades como París en mi caso, y te aseguro que cada vez que veas estas ciudades por la tele o las vuelvas a visitar, en cada calle por la que pasaste tendrás un bonito recuerdo que no olvidaras y siempre llevaras en el corazón al igual que la propia ciudad. Pero no solo vivirás grandes momentos cuando salgas de excursión, ya que en tu propia clase pasaran momentos divertidos e incluso de situaciones que a priori parecen horrorosas pueden ser divertidas como me paso a mí en 2ª ESO. Pues ahí viene mi historia, un día al salir de clase después de un examen el instituto estaba cerrado y yo mis compañeros no podíamos salir en ese momento cundió el pánico pero ahora cada vez que recordamos esta historia nos echamos unas risas, porque al final conseguimos salir.
Para finalizar, te puedo decir que en este centro he aprendido muchísimo tanto a nivel académico como personal gracias a los profesores, amigos, compañeros … y espero que tu lo hagas de la misma manera que yo. Y bueno por último, y ya si acabo puedo decir que cada vez que pase por aquí vendrán a mi grandes recuerdos, y frases míticas como: “Pero Olivia si vamos sobrados” o “pero si total yo ya me lo sé”….., que me recordaran a mis 6 años de Instituto.
El día que me dijeron que me cambiaba de colegio se me cayó el mundo encima. No era sólo el simple hecho de ir a otro centro escolar totalmente diferente, era dejar todo lo que en ese momento consideraba importante de mi vida atrás. Amigos, profesores, casa, lugares, recuerdos… 14 años de vida, en resumen, iban a quedar enterrados para dar paso a una nueva muy distinta. Recuerdo muy bien cuando puse el primer pié en aquella clase de 3º A. Por esas épocas yo aún no conocía más que lo que aquel entorno del barrio de Salamanca me había dejado ver. Miré el suelo, las paredes, el edificio en sí, y me pareció estar en otro lugar, como en otro mundo. Después, las curiosas miradas de mis compañeros, que, asombrados, miraban a la nueva y extraña chica que acababa de aparecer. De cuando en cuando soltaban algún comentario que me dolía mucho, muchísimo. Y es que era yo muy inocente por aquellos tiempos, muy vulnerable a todo lo que se pudiera decir o pensar de mí. También para mí eran ellos algo extraño, gente desconocida que no tenía nada que ver con la que hasta entonces había estado acostumbrada a ver. Ese fue el mayor cambio: Pasé de ser una niña de 14 años totalmente normal a algo insólito, el centro de atención de aquellas miradas que, con esa insoportable actitud que caracteriza a los chicos de esa edad, me hicieron pasarlo mal los primeros días y aprender a reír las burlas a medida que el curso iba avanzando. Admito que lo odié todo y a todos, y no hubo día que no supliqué a mi madre que me enviara de vuelta a aquel colegio del que nunca me debía haber marchado.
¿Quién le iba a decir a esa inocente y obstinada catorceañera que hoy, casi 4 años después de aquel encuentro con su nueva vida, iba a sentir lo que ahora mismo yo estoy sintiendo?¿Cómo iba yo a imaginar que se pudiera sentir nostalgia algún día plantada como estoy ante este suelo, estas paredes o este edificio? Y esa felicidad llorosa que se atasca en la garganta… ¿Quién podría pensar entonces que tal cosa me iba a suceder?
Lo que me ataca ahora, después de tantos años en este instituto, es una gran avalancha de emociones. Se me vienen a la mente los viajes, aquellas noches holandesas en la playa, los largos días que nunca se acababan, las risas, los compañeros, los días de excursión, las “pellas”; los exámenes, el estrés…TODO. Lo añoro todo; hasta las cosas malas guardo ahora con buen recuerdo.
Hoy puedo decir que me llevo los mejores amigos del mundo, la mejor educación…Puedo decir que he aprendido de maravillosos profesores, y que me he llevado desilusiones con otros cuantos. Que a pesar de los prejuicios iniciales me pude ganar el cariño de mucha gente y vivir con ellos muchos de los mejores momentos de mi vida. Hoy me siento orgullosa de haber dejado a la chiquilla incapaz de afrontar grandes cambios en el camino, orgullosa de estar aquí, y de haber llegado a este punto sin lamentar nada.
Yo me comí los cursos pasados como el que compra un paquete de pipas y las devora una a una con apresurada indiferencia sin reparar en su sabor y al llegar a la última delicia se da cuenta de que quiere más. Tú, que nada más acabas de abrir la bolsa, no seas como yo, no esperes a añorar todo lo que has dejado tras esa maravillosa pipa última; disfruta de este tiempo día tras día, porque será el que recuerdes con más nostalgia a medida que pasen los años.
Yo no he venido aquí a decirte lo bueno que es el instituto, estudiar y sacar buenas notas, no, ni mucho menos. Yo sólo vengo a decirte que disfrutes, a contarte lo que me enseñó mi experiencia. Y que, como cierta persona me dijo en alguna de esas ocasiones en las que yo le suplicaba y suplicaba que nos volviéramos a Madrid, lo importante no son las cosas, ni las personas, ni los lugares. Lo importante eres tú y lo que quieras hacer con ellos. Y puede que algún día, dentro de muchos años, seas tú quien estés aquí donde estoy yo recordando con atragantada nostalgia, uno a uno, los mejores años de tu vida.
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Águeda S. M. 2ªC
UNA CARTA PARA TI
Todavía recuerdo el día en el que comencé mi andadura en este instituto, que es ahora
el tuyo ,bueno pues el día que yo empece era un 16 de Septiembre del año 2003 , y te preguntarás porque tengo esta fecha tan marcada , pues se debe a que ese era el día de mi 12 cumpleaños.
El día que emprendí esta aventura, estaba asustada y pensaba que los 6 años que tendría que estar allí serían eternos y que anda que no iba a llover hasta que yo hiciera la selectividad. Pero la verdad, es que estos 6 años se me han pasado volando y muchas veces tengo la impresión que fue ayer el día en el que entre en este centro y mirarme ahora he conseguido sacar un ratito en mis horas de estudio dedicadas a los exámenes finales para escribir una carta a los nuevos alumnos de este centro que yo probablemente no conoceré.
En estos 6 cortos pero intensos años, me ha pasado de todo, cosas buenas y malas como te pasaran a ti. A mi, hubo asignaturas que se me dieron mal como la EF o la plástica y otras pues se me dieron mejor. Como ya te tocará, yo me tuve que comer la cabeza para saber si hacia letras o ciencias y el único consejo que te doy es que escojas lo que quieras y te guste y no lo que quieran o deseen la gente de tu alrededor ya que al final quien tendrá que estudiar, y hacer exámenes serás tú.
Pero este no será el único problema que tengas, ya que durante tu época académica cambiarás mil veces de idea sobre lo que quieras estudiar pero piensa que al final tus verdaderos gustos saldrán a la luz. Además no siempre tendrás ganas de seguir estudiando, habrá mas de una vez que dirás lo dejo todo y me voy al campo a vivir, piensa que aunque lo que estés haciendo es estresante, agobiante acuérdate de los momentos positivos y recuerda que lo que estas haciendo es para labrarte tu futuro y conseguir tu meta.
Aunque no solo hay malos momentos, ya que vivirás grandes aventuras, harás grandes amigos y con estos viajaras a ciudades como París en mi caso, y te aseguro que cada vez que veas estas ciudades por la tele o las vuelvas a visitar, en cada calle por la que pasaste tendrás un bonito recuerdo que no olvidaras y siempre llevaras en el corazón al igual que la propia ciudad. Pero no solo vivirás grandes momentos cuando salgas de excursión, ya que en tu propia clase pasaran momentos divertidos e incluso de situaciones que a priori parecen horrorosas pueden ser divertidas como me paso a mí en 2ª ESO. Pues ahí viene mi historia, un día al salir de clase después de un examen el instituto estaba cerrado y yo mis compañeros no podíamos salir en ese momento cundió el pánico pero ahora cada vez que recordamos esta historia nos echamos unas risas, porque al final conseguimos salir.
Para finalizar, te puedo decir que en este centro he aprendido muchísimo tanto a nivel académico como personal gracias a los profesores, amigos, compañeros … y espero que tu lo hagas de la misma manera que yo. Y bueno por último, y ya si acabo puedo decir que cada vez que pase por aquí vendrán a mi grandes recuerdos, y frases míticas como: “Pero Olivia si vamos sobrados” o “pero si total yo ya me lo sé”….., que me recordaran a mis 6 años de Instituto.
La carta de Paula me ha emocionado mucho. Me gustaría que mi hija sintiera lo mismo cuando deje el instituto.... Con chicos como Paula todavía queda esperanza para la humanidad. Muchas gracias Paula!!!!
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